Dinero Fiat
El dinero Fiat (del latín Fiat, 'hágase') o también llamado “dinero por decreto” es una forma de dinero, cuya cualidad de dinero proviene de su declaración por parte del Estado como tal. El dinero Fiat no tiene valor intrínseco y no tiene valor de uso. Solamente tiene valor porque el gobierno le da el estatus de moneda de curso legal, y las personas confían en que ésta se aceptará. Son monedas Fiat el dólar estadounidense, el euro, el yen y las principales monedas de reserva desde el fin de Bretton Woods en 1971.
En otras palabras, es un tipo de dinero que no está respaldado por ninguna mercancía, como el oro o la plata, que es declarado de curso legal por un decreto del gobierno y mediante regulación gubernamental y el cual los ciudadanos utilizan para intercambiar valor.
Según un informe del Banco Central Europeo publicado en febrero de 2015 es dinero Fiat «aquel dinero establecido por un gobierno para enfocar una economía hacia un cierto medio de intercambio (ej. el euro, dólar o yen, entre otros)»
Un poco de historia sobre el dinero
El dinero no ha existido siempre. Al principio se practicaba el trueque, pero a medida que las comunidades crecían esta práctica perdía eficiencia, por eso, paralelamente al nacimiento de la civilización 2500 años A.C., se tuvo la idea de que debía haber algo intermedio para canjear, así es como nació el dinero, una herramienta que permitió intercambiar, comprar y vender las cosas.
Ya desde su concepción, la moneda cumplió con tres funciones fundamentales a tener en cuenta:
- Reserva de valor: una moneda es algo en lo que las personas pueden reservar valor, que se cuantifica.
- Intercambio de bienes y servicios: una moneda, es algo que se puede intercambiar por cosas, que permite pagar por hacer transacciones.
- Referencia de valor: una moneda es algo que sirva para referenciar, darle un valor y otorgar un precio a las cosas.
Características de la moneda
Una moneda para ser realmente eficaz exige poseer unas cuentas características:
- Escasa: si fuera sencilla de conseguir, como, por ejemplo, una piedra común y corriente, no tendría mucho sentido.
- Difícil de copiar: Si la moneda elegida fuera fácilmente reproducible, cualquiera fabricaría su propio dinero, provocando una inflación galopante y una pérdida de confianza en ella.
- Portable: si se tenía que usar para intercambios de un mercado, debía ser transportada por uno mismo.
- Perdurable: si corría el riesgo de perderse por el mero paso del tiempo, o porque se estropeara por condiciones meteorológicas, no sería muy eficaz.
- Fácilmente divisible en unidades más pequeñas para poder adaptarse a todo tipo de transacciones.
- Deseable: es decir, que apelara por sí misma el interés de una persona.
Estas características le dan un valor intrínseco a la moneda, es decir, tienen un valor verdadero que lo hacen valioso por sí mismo.
Dinero mercancía
Con estos criterios, seguramente de manera inconsciente o instintiva, fueron desarrollándose las formas primitivas del dinero, siendo los metales preciosos los que fueron poco a poco ganándose el privilegio de ser considerados el objeto más adecuado. Estos metales preciosos al principio fueron valorados en función de su peso, estableciéndose una equivalencia entre este y su valor, pero con el tiempo se fueron transformando ya en monedas acuñadas al estilo que nos resulta más familiar hoy en día (dinero mercancía), algo que se extendió de forma casi simultánea en varios lugares del mundo hacia el año 600 A.C..
No obstante, incluso antes de estas monedas, ya habían aparecido los primeros bancos. Puede sorprender esta cronología, pero lo cierto es que las monedas, y después los billetes, exigen una estructura burocrática previa que les conceda validez. Los primeros bancos fueron los propios palacios o templos en la Mesopotamia y Egipto, recintos que estaban muy bien custodiados y en los que se almacenaban metales preciosos y otras materias primas, extendiéndose un recibo a cambio del depósito (un recibo que ya servía para realizar transacciones con terceras partes).
Patrón Oro
Pero el dinero de metales preciosos tenía un problema: era incómodo y poco práctico, sobre todo en cantidades grandes, ya que el valor dependía del peso.
Para solucionar esto, durante la Edad Media surgió la representación del dinero en trozos de papel. Una especie de promesa de pago, en las que el valor representado correspondía a una valor determinado en monedas. Fue ideal para los comerciantes y personas que realizaban viajes.
A partir de ese momento en que se hace extensivo el empleo de billetes que vienen avalados por los Estados, se va instaurando el hecho que cada país termine contando con su propia moneda nacional, que es emitida en una cantidad que viene respaldada por sus reservas de oro.
Nace así el patrón oro, que es, por lo tanto, un mecanismo que fija la emisión de monedas y billetes en un país en función a la cantidad de oro que posea, lo cual resultaba muy útil. Cuando los billetes vinieron avalados por una autoridad central, se evitaba el riesgo de bancarrota, pero existía otro, el de la inflación, para el caso en que un país imprimiera demasiado dinero. Y eso es lo que evitaba el patrón oro, una idea que no deja de estar inspirada en los primitivos tiempos en los que la moneda emitida dependía de la cantidad de metal precioso disponible, estableciendo así un límite.
Dinero Fiat
Ésta fórmula funcionó bien durante mucho tiempo, pero en el siglo XX (Segunda Guerra Mundial, la Gran Depresión, el colapso de los acuerdos de Bretton Woods) provocó que los Estados se fueran saltando el patrón establecido y emitieran más dinero del que les correspondía.
En 1971, murió definitivamente el patrón oro, algo que fue oficialmente anunciado por Richard Nixon. Los dólares dejaron de tener una correspondencia con el oro depositado en la Reserva Federal norteamericana, que es lo mismo que decir que los billetes emitidos estaban sustentados por nada. El dólar pasó a convertirse en un elemento fiduciario, convirtiéndolo así en dinero Fiat, sin valor intrínseco pero con un valor legal propio. En ese momento nace el dinero Fiat.
Es importante entender esto porque es un punto de inflexión fundamental, el dinero Fiat (ya sea el dólar, o en aquel momento la peseta o Euro ahora) pasa a tener el valor que los ciudadanos quieran concederle o que los gobiernos le concedan por decreto, pero sin ninguna relación con reservas físicas. Si la gente lo acepta como reserva de valor, referencia de precios y medio de pago, será válido.
De manera que desde 1971, el patrón oro ha sido sustituido por el dinero Fiat, el que se basa entonces en la fe y la confianza de la comunidad. No posee valor intrínseco, y su valor se asienta enteramente en la confianza que nos ofrezca el emisor y en el acuerdo común. Este concepto es muy importante porque una de las críticas habituales sobre las criptomonedas, es que éstas no tienen un valor intrínseco. Aunque, como vemos, tampoco lo tienen el dólar o el Euro.
Ventajas y desventajas del Dinero Fiat
No existe un apoyo unánime al dinero Fiat, incluso cuando es el único que universalmente aceptado, como todo, tiene ventajas y desventajas.
Es así que, entre sus ventajas, podemos destacar:
- No se ve afectado ni condicionado por la escasez de una mercancía física como el oro. No existe un número fijo de unidades que se puedan emitir, ni un patrón determinado y previsible de cuándo se emitirá más o menos.
- Es utilizado por países de todo el mundo, lo que lo convierte en un mecanismo monetario adecuado para el comercio internacional.
- Al estar controlado por gobiernos y sus bancos centrales, éstos tienen la flexibilidad necesaria para corregir o, mínimamente, actuar frente a las crisis económicas. Así, en caso de necesidad, una moneda puede verse rápidamente devaluada o apreciada.
- Esto último, sumado a que por sí mismo el dinero Fiat no posee valor intrínseco, permite a los gobiernos y bancos crear dinero de la nada.
Sin embargo, algunas de estas ventajas también suponen parte de las críticas:
- El hecho de que pueda crearse dinero Fiat de la nada puede llegar a conducir a procesos de hiperinflación y al colapso del sistema económico.
- Es históricamente riesgoso, en tanto los propietarios del dinero son siempre los Estados y los bancos. Los billetes son más un certificado de deuda que una reserva de valor.
- La no propiedad sobre el dinero por parte de las personas hace que el poder se concentre en sobremanera en ciertas entidades.
Frente a esto, son cada vez más las personas que proponen el uso de las criptomonedas como alternativa, dando cuenta de un sistema descentralizado. Sin embargo, aún se encuentran resistencias grandes en todo el mundo. Por ahora, el dinero Fiat sigue y seguirá siendo el dinero de nuestro día a día.
Dinero Fiat y Criptomonedas Estables
A pesar del gran crecimiento de la adopción de criptomonedas, el mercado sigue siendo relativamente pequeño, por lo que la entrada y salida de grandes masas monetarias en distintos activos siguen generando movimientos abruptos de precios.
Esta volatilidad es una barrera para que estas monedas cumplan con las tres propiedades básicas del dinero: reserva de valor, medio de cambio y referencia de precios.
Para refugiarse de estos vaivenes, existen criptomonedas que copian el valor del dinero fiat como el dólar llamadas “Stablecoins”.
Las stablecoins son activos digitales que preservan los atributos de las criptomonedas en términos de velocidad de transacción, alcance global, bajas comisiones, entre otros, al tiempo que buscan reducir la volatilidad inherente a estos activos mediante su anclaje al precio de otra moneda. Una de las Stablecoins más usadas en la actualidad es USDT respaldada por el Dólar estadounidense.
En otras palabras, las stablecoins al tener el mismo valor que el dinero fiat, permiten a los usuarios operar con una referencia de valor, pero con todas las ventajas de la tecnología blockchain.
Conclusión
El dinero Fiat es una forma de dinero establecida por regulación gubernamental, por ley o por decreto como moneda de curso legal. Su mayor característica es que su respaldo no está dado contra otro valor equivalente (como sí lo fue, por ejemplo, en tiempo del patrón oro o, incluso más hacia atrás del trueque). El valor de este dinero está sustentado y respaldado por un gobierno o entidad gubernamental. Y si lo utilizamos es porque la ley lo impone como tal.
Euros, dólares, libras, pesos, yenes son ejemplos de dinero Fiat establecidos por imperativo legal y aceptados como una convención social.
Si bien no tiene respaldo físico, este tipo de dinero brinda a los bancos centrales un mayor control sobre la economía ya que permite controlar la cantidad de dinero que se imprime o emite. Y la fortaleza del gobierno que establece el valor de una moneda Fiat es clave para esta forma de dinero.
Por el momento, ninguna criptomoneda ha superado efectivamente al dinero Fiat en ninguna parte del mundo. Sin embargo, la curva de adopción de la tecnología blockchain muestra que la brecha desde el lanzamiento de las criptomonedas es cada vez menor y su frecuencia de uso es mayor.
Lo que sí es cierto es que la historia ha demostrado que el dinero y los sistemas evolucionan. Vivimos en un mundo en donde la transformación digital es cada vez más rápida y la tecnología blockchain es una prueba de ello.
Referencias
Libro: CARLOS DOMINGO, Todo lo que querías saber sobre bitcoin, criptomonedas y blockchain: y no te atrevías a preguntar, 2018.
https://finanzasparamortales.es/que-es-el-dinero-fiat/
https://libertex.org/es/blog/dinero-fiat
v2.0 - Escrito por Valentina, revisado por Amaru - 28-07-2022